VENTAJAS ECOLÓGICAS
El bambú, reemplaza a muchas maderas tropicales y contribuye a la protección de los bosques. Es la planta de mayor crecimiento del planeta y la que más CO2 convierte. Crece por si sola después de la tala, sin altos costes de reforestación. Constructores y diseñadores modernos siguen aprendiendo de los expertos tradicionales, en un esfuerzo por encontrar cada vez más aplicaciones para este material, admirando sus cualidades como una gran alternativa a los materiales más convencionales y menos ecológicos. Existen miles de especies por todo el mundo. En EEUU un nutrido grupo lo planta y cosecha en bosques gestionados adecuadamente con las últimas tecnologías verdes. |
![]() |
Al bambú se le agrupa en dos categorías, el de corredera y el de mata. Ambos brotan en ramales, pero las raíces de la variedad corredera común doblan su tamaño cada año, mientras que la variedad de mata sigue procreando raíces de la planta original. Las plantas forman un denso sistema de raíces que actúa como una barrera natural contra la erosión. Estas características lo convierten en un recurso natural muy resistente y fácilmente renovable. Casi todas las variedades pueden ser cosechadas en ciclos de 3 a 7 años, comparado con el ciclo normal de 30 - 60 años que tienen las variedades de madera tradicionalmente usadas para la construcción. Se trata de un material sin transformación industrial, sin residuos. Además resulta muy fácil de reciclar y sus hojas se usan para forraje. Reemplazando tan solo en un cuarto la producción anual de la madera de contrachapado, el bambú salvaría la destrucción de 11.000 hectáreas de bosque. |